ACTIVIDAD DOS
TEXTOS FOLCLÓRICOS
Cuando hablamos de textos folclóricos
no nos referimos únicamente a textos infantiles sino a textos qué a través de
canciones, poemas, cuentos, retahílas, fabulas, romances o representaciones son
transmitidos de generación en generación oralmente, formando parte de la
cultura popular.
La oralidad hace que estos textos
tengan múltiples variables ya que los transmisores los van adaptando a su
entorno e incluso a sus circunstancias, y de aquí también su riqueza, al dejar
la puerta abierta a su continua transformación y adaptación.
Hoy día vivimos en la sociedad de la
información y de la tecnología y, sin embargo, los textos folclóricos siguen
existiendo, no han desaparecido y esto es así porque se sigue transmitiendo de
generación en generación como parte de nuestra cultura propia, de nuestra
identidad.
Autores como Hans Christian Andersen,
Perrault, los Hermanos Grimm y Fernán Caballero y Saturnino Calleja en España
han recopilado por escrito estos textos folclóricos, evitando que se perdiesen
y facilitando el que se sigan transmitiendo de generación en generación, a
veces siendo meros transcriptores de los textos que las gentes les narraban y
otras veces adaptándolos o haciendo en ellos pequeñas transformaciones.
Los niños, aunque cada vez dedican más
su tiempo de ocio a jugar con aparatos tecnológicos y permanecer en lugares
cerrados no han dejado de jugar en los parques o en los recreos a algunos de
los juegos a los que jugaban sus padres o a cantar las mismas canciones que
ellos cantaban como puede ser, por ejemplo, la de Al Cocherito lere al
saltar la comba.
También recuerdo pequeños poemas como
el que aprendí de mi abuela que al acostarme, cuando me quedaba en su casa,
siempre me recitaba:
A continuación, añadía nombres de
cuatro familiares míos que vivían en Bilbao, y otras veces era yo quien decidía
el nombre de los cuatro angelitos.
Al igual que estos textos folclóricos
perviven fuera de la escuela debemos procurar que también continúen existiendo
en las aulas, sobre todo en las de infantil, porque son textos sencillos,
divertidos, motivadores y que fomentan la socialización, las actividades en
grupo y por ello son un buen instrumento para el aprendizaje en las aulas.
Sería interesante aprovechar días como
el de los abuelos, que hoy en día se celebra en muchas escuelas, para recuperar
con su ayuda todos estos textos folclóricos populares que forman parte de
nuestra cultura y que divierten a los niños de hoy igual que divertían a los
niños de hace 60 años.
También la recuperación de estos textos
puede ser una magnífica oportunidad para estrechar los lazos escuela – familia,
fomentando actividades que impliquen a los padres en su recuperación a través
de sus recuerdos y de esta manera entre todos enriquecer las aulas y esto a la
vez que nos permitirá ver las diferentes versiones de estos textos como
consecuencia de su transmisión oral al contarlo, por ejemplo, padres que han
pasado su infancia en distintos lugares.
El uso de los cuentos folclóricos es
fundamentalmente lúdico no didáctico o moralizador, son textos para contar y
cantar y serán los niños los que tras su escucha sacarán sus propias
conclusiones o simplemente se divertirán con ellos dejando volar su
imaginación. Su finalidad lúdica los hace diferenciarse de los textos de autor,
que son textos para leer.
Nosotros, como futuros maestros de
Educación Infantil debemos contribuir a mantener e incluso potenciar la
utilización de los textos folclóricos en el aula como una herramienta de gran
utilidad en el aprendizaje de los niños.
Los textos folclóricos que he elegido
son los siguientes:
CANCIÓN “DEBAJO DE UN
BOTÓN”
Me ha costado bastante elegir una
canción de las tantas que me vienen a la cabeza y de las que tengo muy buen
recuerdo tanto por haberlas cantado en familia, como en el parque con mis
amigos o en el colegio con mis compañeros. Finalmente me he decidido por esta
canción por su sencillez y por las muchas posibilidades que da.
Creo que es una canción adecuada para
niños de cuatro o cinco años, y también para niños más mayores, precisamente
por su sencillez, por sus frases cortitas y fáciles de comprender y también por
los sonidos tan pegadizos y repetitivos que tiene. Por todo esto creo que no es
necesario cambiar nada, sino que puede ser perfectamente entendida e
interpretada por los niños.
También creo que es una canción que nos
ofrece muchas posibilidades introduciendo tan sólo en ella pequeñas
variaciones, por ejemplo, yo recuerdo que de pequeña la cantábamos y una vez
que todos nos la habíamos aprendido, la íbamos cantando una y otra vez
cambiando el nombre de Martín por el de cada uno de nosotros y otras veces cada
niño iba diciendo lo que Martín se encontraba debajo del botón.
Esta canción creo que es adecuada para
niños a partir de cuatro años porque permite por un lado desarrollar un
lenguaje que a esa edad ya ha adquirido, y el movimiento porque se puede bailar
a la vez que se escucha. El ir haciendo pequeños cambios, exige a los niños fijar
la atención para evitar equivocarse y también imaginación porque cada uno
deberá ir pensando lo que se esconde debajo del botón para cuando le toque
decirlo en alto.
Resumiendo, yo creo que es una canción
sencilla, divertida y que puede ser utilizada tanto dentro como fuera del aula,
con la familia o con los amigos y además en cualquier momento incluso entre actividad y actividad. ¡No se le puede pedir más!
Este cuento de Hans Christian Andersen fue
publicado por primera vez el ocho de mayo de 1835. A pesar de que la mayor
parte de los cuentos de este autor tienen un final triste, por lo que a veces
no se consideran del todo adecuados para utilizar con niños de infantil, este
cuento es una excepción ya que tiene un final feliz.
El cuento no lo conocía, pero después
de leerlo me ha parecido que es un cuento que puede dar mucho juego dentro del
aula, además es un cuento breve y con un vocabulario sencillo por lo que es
fácilmente comprensible por niños a partir de cuatro o cinco años. Todo ello me
ha llevado finalmente a decidirme por él.
El cuento que he escogido es obra del
escritor Hans Christian Andersen y su título es La princesa del guisante.
Este cuento lo he leído en la página cuentos de Grimm. Aquí dejo el enlace de
la página:
También lo he leído en la
biblioteca virtual del Rincón Castellano, que lo titula La princesa y el
guisante. Aquí dejo el enlace de la página:
El cuento trata la historia de un príncipe
que da la vuelta al mundo buscando una princesa para casarse con ella, pero una
princesa que lo fuera de verdad, pero no la encontró y regreso a palacio. Una
noche en la que había una enorme tormenta llamaron a la puerta, el rey al abrir
se encontró una muchacha con la ropa y el pelo empapado de agua, con un aspecto
horrible, pero que al preguntarle quien era ella le contesto una princesa.
Al oírlo la reina que no se creía que
fuese una princesa ideo una prueba para saber si la muchacha decía la verdad y
tras invitarla a pasar la noche en palacio puso en marcha la prueba que
consistió en esconder un guisante debajo de todas las mantas y colchones porque
si era realmente una princesa sería tan delicada que notaría el guisante como
una piedra en su espalda al acostarse porque las princesas son muy delicadas.
A la mañana siguiente la reina le
pregunto a la muchacha que qué tal había dormido y esta le contesto que no
había podido dormir porque había notado algo duro en su cama, lo que suponía
que era una princesa de verdad tan delicada como para notar un pequeño guisante
escondido bajo veinte colchones.
El cuento finaliza con la boda entre la
muchacha y el príncipe al haberse asegurado éste de que se casaba con una
verdadera princesa.
Hay quien piensa que Hans Christian
Andersen con este cuento caricaturiza o se burla a de la alta nobleza y lo hace
utilizando ese pequeño guisante para demostrar su incapacidad de adaptación a cualquier
situación incómoda por mínima que sea.
También se puede interpretar que con
este cuento trata de demostrar que no siempre todo es lo que parece, sino que a
veces las apariencias engañan.
En la estructura interna del cuento
podemos distinguir los tres momentos claves:
1.
Fechoría inicial (planteamiento).
2.
Acciones del héroe (nudo).
3.
Desenlace.
En este cuento el planteamiento sería
la entrada de la muchacha en palacio diciendo que es una princesa. El nudo lo
tendríamos con el desarrollo de la prueba a la que es sometida la muchacha por
la reina. Por último, el desenlace sería el casamiento del príncipe con la
muchacha al demostrarle que es una princesa de verdad.
Por otra parte, la narración presenta
los acontecimientos de forma cronológica y lineal, lo que facilita el
seguimiento y comprensión de la historia por parte de los niños.
También podemos apreciar en el cuento
la utilización de los arquetipos más frecuentes en los textos folclóricos como
es el del príncipe y la princesa y el del final feliz.
Finalizado el cuento que por su
sencillo vocabulario considero que pude ser fácilmente entendido por los niños,
aunque quizá la palabra “alcoba” la sustituiría por “habitación”, y quizás
también les pondría nombre a los personajes tanto al príncipe como a la
muchacha para hacerlos más cercanos a los niños, pero por lo demás creo que no es
necesario modificar nada más.
A continuación, les plantearía a los
niños distintas preguntas:
1. ¿Os ha gustado? ¿Qué os ha gustado más?
2. ¿La hubieseis dejado entrar a pesar de su mal aspecto?
3. ¿Qué habríais hecho vosotros para descubrir si la muchacha era una princesa? ¿Qué prueba la hubieseis hecho pasar?
4. ¿Creéis que es posible notar un guisante metido debajo de veinte colchones?
5. ¿Creéis que una princesa es distinta a cualquier otra chica? ¿En qué?
5. ¿Creéis que una princesa es distinta a cualquier otra chica? ¿En qué?
6. ¿Qué habéis extraído del cuento?
7. ¿Cómo os habéis imaginado los personajes?
8. ¿Qué personaje os ha gustado menos? ¿Por qué?
8. ¿Qué personaje os ha gustado menos? ¿Por qué?
Creo que puede dar lugar a respuestas
muy divertidas fruto de la imaginación de los niños.
También podríamos hacer una ronda con
todos los niños en la que cada uno vaya diciendo como es su cama, su colchón…
si es blandita o dura o también podríamos hacer otro tipo de actividades lúdicas
como puede ser, por ejemplo una pequeña dramatización del cuento, utilizando
para ello las colchonetas o cojines de la clase, apilarlos y hacer una cama
como la del cuento de la princesa colocando debajo de todos ellos una pequeña
bolita de papel y a continuación cada niño se va subiendo encima y nos va
contando si nota o no la bolita, al igual que la princesa en el cuento.
Respecto a qué hora se considera la más adecuada para contar un cuento en el aula, creo que el cuento al igual que el resto de textos folclóricos en la etapa de Educación Infantil, en que las programaciones deben ser orientativas no cerradas, dependerá de las actividades que estén haciendo los niños, de sus apetencias e intereses... porque creo que es bueno contar con ellos, pero en general después de la siesta suele ser un buen momento para hacerlo.
EL REY RANA O ENRIQUE EL FÉRREO
En 1803 los Hermanos Grimm comienzan a
recopilar las historias de la tradición oral con una intención conservacionista.
Una de las corrientes que surge durante el romanticismo alemán es precisamente
el conservacionismo que trata de recoger las tradiciones alemanas que se iban
contando por los pueblos, y así devolver al pueblo alemán su lengua, su gramática
y su tesoro léxico.
En 1812 editan el primer tomo de
Cuentos para la Infancia y el Hogar, siendo muy fieles a las fuentes orales con
el objeto de conseguir una gran recopilación de cuentos folclóricos alemanes. Dos
años más tarde se editará un segundo tomo y será finalmente en 1807 y la última
edición supervisada por ellos en 1857.
Las primeras ediciones no estaban
dirigidas a un público infantil ni se consideraban adecuadas a él y será a
partir de la tercera edición cuando los textos se irán adecuando y adaptando
para satisfacer las exigencias de un público infantil y de la sociedad burguesa
del momento que era quien leía sus obras y demandaba este cambio.
El cuento que he escogido es obra de
los Hermanos Grimm y su título es El Rey Rana o Enrique el Férreo. Este
cuento lo he leído en la página cuentos de Grimm. Aquí dejo el enlace de la
página:
El cuento trata de una bella princesita
a la que un día paseando por el campo se le cayó la pelota de oro con la que
iba jugando bajo un manantial. La princesa intento cogerla, pero no puedo, era
demasiado profundo y entonces surgió del agua una rana que se ofreció a
ayudarla pidiéndole a cambio que se convirtiese en su amiga.
Una vez que la rana saco la bolita de
oro y se la dio a la princesa, ésta olvido su promesa de amistad y se fue
corriendo a palacio.
Al día siguiente, estando la princesa
comiendo junto con su padre el rey, se oyó que llamaban a la puerta y que
alguien gritaba: “¡Princesita, la menor de las princesitas, ábreme!”. La princesa
corrió a abrir la puerta y allí se encontró con la rana, pero no la dejo
entrar, sino que la cerró la puerta.
El rey le pregunto a la princesa que
porque se había puesto tan nerviosa y entonces ella le contó lo que le había pasado
el día anterior y la promesa que había hecho a la rana. El rey tras escuchar la
historia le dijo a su hija que debía cumplir con su promesa y que abriese inmediatamente
la puerta y dejase pasar a la rana.
La princesa tuvo que aguantar a su lado
a la rana durante todo el día, incluso dejarla comer de su plato y para colmo
la rana le pidió quedarse a dormir con ella porque estaba muy cansada. A la
princesa no le quedó más remedio que aceptar la petición de la rana y llevarla
a su habitación a dormir para evitar que su padre la llamará la atención y
demostrarle que cumplía su palabra de ser su amiga, pero una vez allí y ante la
petición de la rana de acostarse en la cama junto a ella, la cogió y la estampo
con asco contra la pared.
En este momento la rana se convierte en
un apuesto príncipe al romperse el hechizo con el que la bruja malvada lo había
castigado y entonces el príncipe la pidió que fuese con él a su reino y que
fuese su esposa.
El cuento considero que es adecuado
para los niños de la última etapa del segundo ciclo de Educación Infantil (5 –
6 años), edad en la que los niños ya manejar perfectamente el vocabulario son
capaces de diferenciar la realidad y la ficción y también capaces de mantener
la atención mientras escuchan siguiendo la trama, aunque como en este caso sea
un poquito larga.
El lenguaje que emplea el cuento salvo
algunas palabras como, por ejemplo, “zozobra” que la podríamos cambiar por “angustia”
y “pescante” que se cambiaría por “el lugar que ocupa el sirviente en la
carroza” y “aflicción” por “tristeza” y “fontana” por “fuente o manantial”.
Después les haría a los niños una serie
de preguntas como, por ejemplo:
1. ¿Os ha gustado? ¿Qué os ha gustado
más?
2. ¿La hubieseis dejado entrar a pesar
de su mal aspecto?
3. ¿Qué habríais hecho vosotros para
descubrir si la muchacha era una princesa? ¿Qué prueba la hubieseis hecho
pasar?
4. ¿Creéis que es posible notar un
guisante metido debajo de veinte colchones?
5. ¿Creéis que una princesa es distinta a cualquier otra chica? ¿En qué?
5. ¿Creéis que una princesa es distinta a cualquier otra chica? ¿En qué?
6. ¿Qué habéis extraído del cuento?
7. ¿Qué personaje os ha gustado menos? ¿Por qué?
8. ¿Cómo os habéis imaginado los personajes?
7. ¿Qué personaje os ha gustado menos? ¿Por qué?
8. ¿Cómo os habéis imaginado los personajes?
A partir de aquí podemos hablar de la
amistad, de lo que para ello es ser amigos, de si se ayudan o si se enfadan, de
si creen que una rana se puede convertir en príncipe y de muchas cosas más que
irán surgiendo en función de las respuestas que los niños vayan dando.
Respecto a qué momento es el más adecuado para contar un cuento en el aula, como ya he dicho en el comentario del cuento anterior tendremos que tener en cuenta las apetencias del niño, su interés, su motivación... dentro de la programación flexible que se da en la Educación Infantil.
CONCLUSIÓN
Con esta segunda actividad del bloque
dos, referente a los textos folclóricos he disfrutado muchísimo porque me ha
supuesto un viaje hasta mi infancia. He repasado canciones, poemas y cuentos,
pero ahora también analizándolos, no sólo disfrutándolos como cuando era
pequeña.
Realmente considero que los textos folclóricos
deben formar parte de las aulas al igual que forman parte de nuestras vidas y
formaron parte de las de nuestros mayores. Son textos divertidos y motivadores,
que fomentan la imaginación, la atención y la socialización que son instrumentos
imprescindibles en todo proceso de aprendizaje y que pueden ser utilizados en cualquier momento como parte del mismo.
Por otra parte y teniendo en cuenta que los niños de hoy son nativos digitales y por ello predispuestos al uso de las nuevas tecnologías, la utilización de estos textos folclóricos favorecerá además de su imaginación su conexión con las generaciones anteriores y con la cultura popular, y también está en nuestras manos como futuras y futuros docentes el contribuir a la recuperación y al mantenimiento de los textos folclóricos.
WEBGRAFÍA:
Labajo González, I. Universidad La Salle. Apuntes asignatura “Literatura infantil”. Grado de Educación Infantil. 2º curso, 2º semestre. Curso 2017 – 2018.
Labajo González, I. (2018). Literatura Infantil (Guía de trabajo). CSEU "La Salle."
Labajo González, I. Universidad La Salle. Apuntes asignatura “Literatura infantil”. Grado de Educación Infantil. 2º curso, 2º semestre. Curso 2017 – 2018.
Labajo González, I. (2018). Literatura Infantil (Guía de trabajo). CSEU "La Salle."
Perfecto.
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